Una reciente investigación realizada por el Hospital del Mar de Barcelona, el Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (Imim) y por la Cátedra Fundación Quaes-Universitat Pompeu Fabra (UPF), evidencia que los niveles de zinc en la sangre juegan un papel importante en el pronóstico de un paciente contagiado.
El Laboratorio de Fisiología Molecular de la Universidad Pompeu Fabra, ha explicado la importancia del zinc como sustancia y como eje estructural de nuestro cuerpo. A su vez, ha señalado la presencia de la sustancia en alimentos como mariscos y carnes rojas y ha explicado las enfermedades que pueden ocasionarse por una deficiencia de zinc.
El 30 por ciento de la población en el mundo tiene deficiencia de zinc. La alta incidencia se da en países con dietas pobres basadas en cereales y estas pueden ocasionar problemas a la piel, mala cicatrización, alopecia, infecciones recurrentes, baja estatura, inmadurez sexual, malformaciones fetales, entre otras..
En esta línea, el tratamiento “ideal” para enfrentar estas deficiencias son el suplemento de zinc con dosis diarias de 20-50 mg.